En busca de una Santa Gracia
22
may.
2020
Dos días antes de irme de viaje mi cuerpo comienza a reaccionar a ciertos impulsos físicos, emocionales y mentales que llegan como sensaciones de emotividad y nerviosismo. Y lo único que se interpreta de toda esta gama de impulsos es la felicidad y emoción contenida porque llegue el momento de abordar nuestro transporte con destino a nuestra próxima aventura. Y esas sensaciones son para mí las mismas que sentía el momento esperado de mi regalo de navidad. En definitiva, cada viaje es para mí la esencia de estar vivo. Y en este viaje en particular había una suma de ingredientes casi parecido a esos...