¿Y por qué tantas novias?

El romanticismo no está solo en escribir letras bonitas y hasta sinceras. Lo romántico está en crear momentos inolvidables. Muchas veces la rutina en una pareja y los problemas cotidianos apagan el amor. Y esto parece normal hoy en día. Es muy complicado aunque no imposible que siga existiendo el amor durante muchas décadas. Es como encontrar al Yeti en las nieves o  Pie grande en el bosque. Mejor dicho tal vez exista nadie lo sabe. Pero lo que si creo es que los momentos hay que vivirlos a pleno y mientras más momentos bonitos poseas en tu historia, más cerca estarás de una vida feliz. La gente cree que se puede tener una larga vida feliz y no es tal cual. La alegría es de momentos y eso hay que acumular.

Desde que me separe eso he tratado, nunca me desespere por vivir con alguien. Lo que si hay que tratar es que si llega ese momento lo sea hasta tus últimos días. Y claro si no convives, vivirás días en solitario porque estar sin pareja las 24 horas tiene su lado triste también.  Muchas personas optan por juntarse o casarse porque no logran superar la soledad. Pero la gran mayoría si lo soportamos y en mi caso dio paso a vivir mis aventuras de viaje. No sé si fue bueno o malo que todo haya empezado siendo aún muy joven.

Pero lo que si estoy seguro es que me dio la oportunidad de vivir tantas cosas, que acompañado no lo hubiera vivido. Esta historia a continuación es la historia de un joven que sale a luz así lo denomino yo.  Después de aprender mucho en la hacienda y de conocer los dos mundos y  digo dos mundos porque yo no pertenecía a ninguno de ellos. Nunca fui pobre, Viví en la clase media-media, ni clase media alta ni la baja como se la reconoce hoy. Nunca nos faltó comida pero tampoco era comida donde puedes escoger que comer. Una educación particular mediana y una vida de la misma forma. Y al haber vivido en la hacienda conocí mucho al agricultor de tierra caliente su vida y al mismo tiempo lo contrario, al rico de tierra caliente.

Y por supuesto ninguno de los dos tipos se parece a mí forma de ser.  Soy de tierras altas, donde el clima templado y noches frías nos hace más callados un poco introvertidos y lógico más temerosos. Por tanto vivir en la plantación fue una maestría insuperable. Salí de ahí todo lo contrario a como entre, me volvió conversón y sin miedos. Me adapté a su léxico  y de alguna manera hasta mi acento de voz cambio un poco. Me sirvió para subir peldaños en mi vida profesional y también en la económica, entre a un mundo nuevo para mí.

Cuando abandone la hacienda, días antes firme otro contrato para trabajar con un amigo de uno de los herederos. Era para algo similar en otra plantación pero cerca de la frontera sur. Es decir mucho más lejana de mi residencia habitual. Regrese a mi casa por unos días a descansar y despegarse un rato de mis amigos murciélagos. Pase unos quince días disfrutando de mis vacaciones pero ya con objetivo, fecha  y tiquetes de avión para mi nuevo lugar de trabajo. Esta vez me toparía con algo muy diferente a como llegue a Pueblo Caliente.

Y así empezó esta historia, tomando el primer avión para dirigirme a mi destino. En mi maleta ya llevaba experiencia de cómo sobrevivir en una plantación. Pensaba que mi mundo donde pasaría los próximos meses sería algo muy similar.  Pero desde que me baje del avión comercial para subir al siguiente que me llevaría  cerca de la hacienda, ya fue todo distinto. Me enteraba que no era otro avión comercial era una avioneta propia del dueño de la hacienda.  Y desde esta experiencia mi diversión en los ratos libres estuvieron más carca del cielo que la tierra. Era un sábado lluvioso y si al avión le tengo algo de temor, no se imaginan lo que es estar en una avioneta en mal tiempo.

Apenas subí a la avioneta yo sentía que temblaba, tenía mucho miedo de que no lleguemos a nuestro destino. Para los que han volado en avioneta en mal tiempo me van comprender. Esa avioneta se tambaleaba para los lados, para arriba, para abajo y mi estómago de igual forma.  Fue un viaje rápido pero horrible, jure nunca más en mi vida hacerlo de nuevo. Y fue la peor mentira que jure. Ya les contare luego que paso. Llegue rezando solo quería tocar tierra y dirigirme donde me tenían preparado permanecer. Se presentó el auxiliar que estaría a mi cargo todo el tiempo de mi estadía un personaje muy amable y elegante. Todo lo contrario a Pueblo Caliente. Y también donde me hospedaba era diferente.

Nunca había estado en un hotel cinco estrellas, era hermoso me sentía muy bien en ese mundo. Apenas entre y esperaba dirigirme a mi habitación, vi una hermosa muchacha vestida de novia a unos metros de mí. Lo primero que pensé era que seguramente se efectuaría el matrimonio en algún salón del  hotel. Pero de pronto ya no era una, ya eran muchas chicas vestidas de novia. Y me preguntaba ¿Y por qué tantas novias?