El Pueblo Caliente (VII)

Una de las experiencias más raras que tuve en mis labores fue que no podía relacionarme con mujeres de Pueblo Caliente. No tuve ninguna relación todo ese tiempo, aunque me hubiera encantado porque chicas bonitas las había donde mirabas. Pero dentro de la ética de trabajo y por advertencia de los administradores estaba prohibido relacionarse sentimentalmente... Y  quiera o no me tocaba estar de acuerdo con ese tema, al fin y al cabo estaba ahí por dinero. Pero a los 27 años que tenía ese momento era como ser mendigo mirando la comida de un restorán desde la calle.

Estaba solo y como no podía enamorarme en Pueblo Caliente, lo hice con una persona cercana a un dueño de la hacienda. Por medio de ella conocí mucho del mundo de un heredero en particular. Su principal problema era que el depósito de su ganancia semanal debería ser para el diario Nunca tenía dinero. Gastaba demasiado invitando a todos sus conocidos a beber, bailar, comer y pasear. Ser amigo te garantizaba toda una semana de alto placer.  Es la típica persona que nace y vive en un país pero se cree de otro.  Pero congraciamos con él no era mala persona, tal vez algo inmaduro para sus  33 años.

Aprendí que les atrae a los ricos del sexo sexo opuesto. La más fácil tener dinero. Aunque muchos piensan que no es suficiente si al menos no eres algo atractivo. Pero si miras a ciertas parejas te queda claro que el dinero es lo mágico. Otra manera es ser galanteador, tener esa aura llamada carisma, ese poder de atraer tanto lo positivo como lo negativo. Por lo general es una persona interesante aunque no tenga dinero. Y por último los que poseen cuerpos perfectos que saben que serán un merito lucirlas. Al menos una de estas condiciones debes tener para entrar en su mundo. El amor si bien existe no florecerá sino la acompaña un aditamento de estos mencionados… De nada te servirá amar sino posees dinero o eres muy interesante o al menos posees un cuerpo perfecto. Todo lo demás será considerado pura diversión momentánea.  

Eso de que tú eres el jardinero y te casarás con la millonaria o eres la sirvienta y te casarás con el amo de la hacienda es pura telenovela barata. En la vida real eso no existe. Aprendes que uno debe ubicarse  o eres de Pueblo Caliente o eres el dueño de Pueblo Caliente. Aquí tanto los administradores como yo éramos el intermediario, el interlocutor, los que traducimos y ejecutamos las órdenes. Es decir para no marearlos en cierta forma y sin decírmelo directamente querían que me ubique a donde pertenezco. Y si tú eres joven con ganas de comerte el mundo no era tan difícil la elección. Siempre me gusto vivir diferentes mundos y aquí no iba a ser la excepción.

Si bien me aleje bastante de la gente de Pueblo Caliente no los abandone, mis domingos seguía saliendo con ellos.  Pero viernes y sábado era exclusivo de irme a la ciudad y divertirme en sus noches.  Al momento de cambiarme al mundo de los ricos me abrió infinidad de puertas, una de ellas es otra aventura que la llamare “Y por qué tantas novias” y otra que nació casi de inmediato que se llama “Mi Mundo Plástico”... Al fin termine mi trabajo con la satisfacción del deber cumplido. Agradecido con infinidad de personas y personajes de Pueblo Caliente. Con mucho aprendizaje en lo personal, madure y viví lo que ni se madura ni se puede vivir en la ciudad ni en la universidad.

Ahora que conocí como es ser un trabajador más, de a poco quería ir ascendiendo tanto en mi etapa profesional como en mi vida. Dicen que se puede alcanzar hasta muy cerca del cielo si te propones… Veamos hasta donde pude alcanzar en mis siguientes aventuras. Pero “AVENTURAS” no lo que llaman hoy un encuentro y lo quieren denominar aventura.