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Diabolo Sobre todo la buena amistad

¿A qué hora llegamos? (I)

Diabolo
¿A qué hora llegamos? (I)

Y como escribí algún momento, me subí de nuevo al bus y comenzó esas aventuras que no sabes como empiezan y porque lo haces pero lo haces. Bueno así es mi personalidad aventurera. ¿Y saben ustedes porque me hice de personalidad aventurera? Fue algo que nadie lo pensamos ni lo queremos simplemente aparece, muta, se transforma, al fin es sobre-vivencia creo yo.

Resulta que la navidad como a todos nos gusta más por los niños que por lo que vivimos los adultos. Ver esas caritas de felicidad que tienen los niños por un regalo que haces tú, como dice la propaganda “no tiene precio”. Esa época la pasaba lógicamente con mi familia, pero de ser la época más linda pasó a ser la época más triste en mi vida. Lastimosamente llegó la separación y también fue la separación de mis hijos en esa época. Hay cosas en las leyes que son injustas y que si usted no tiene buena relación con su ex, simplemente aplicaràn la ley y uno no puede ver a los hijos. Yo si podía verles pero no pasan conmigo esas horas de natividad. Me dolió esto por N años.  Y hasta hoy si yo quiero me deprimo. Pero la vida te equilibra.

Y si la vida no te equilibra pues tú debes a la fuerza equilibrarte. Pero hay que solucionar el problema. Mucha gente no sabe soportar estos problemas. Y deciden suicidarse, terminar con esta vida que si bien es triste por momentos, hay otros que valen la pena estar vivo. Y halle la solución para no deprimirme la fecha de Navidad. Fue una solución salomónica y que me surgió un día sin querer queriendo. Decidí viajar fuera del país, me pasó gracias a unos amigos que sabían que no la pasaba bien esas fechas... Viajar amigo fue mi receta como cura contra la depresión, opresión y tristeza que sigue a la soledad.

Y recuerdo claramente mi primer viaje de este tipo. Viajaba para llegar el 24 y pasar navidad  con  amigos y la vida me dijo no llegues el 24 llega el 25 y llegue 25. Pero para nada la pase triste el día 24. La pase con desconocidos en un bus de terminal en terminal pero lo recuerdo con alegría. Esa fue otra aventura que aún no la escribo. Bueno llegue el 25 y la pase hermoso, mis amigos me hicieron sentir como ser parte de su familia. No tuve tiempo de pensar en mis penas. Halle la solución al menos para ese año de como pasarla bien sin pensar en mis hijos. Y con la ilusión de reencontrarme con ellos a mi regreso a fin de año.

Así empezó mis aventuras de Navidad, esta será la Navidad número 18 que viaje y una de mis tantas aventuras por escribir. Ahora espero que me entiendan de donde nació ese espíritu aventurero. Soy curado del espanto de viajar solo  y de vivir solo  cuando amerita. Se aprende de sentirse solo sin familia a tener amigos y sociabilidad si lo necesito. Jamás me ahogo en un vaso de agua.

Y esta vez era así de inusual este viaje hacia el sur. Ni ellas ni yo sabíamos cómo somos interiormente en la realidad, solo fue el hecho de gustarnos de amigo juntarnos y viajar.  Y comenzó el viaje, tratando ahora si de conocer mucho más seriamente a mis interlocutoras. Y se imaginan lo que es viajar catorce horas y después subirse de nuevo al bus por ocho horas más. Es mortal porque mentalmente es donde uno se cansa. Para viajar por tierra soy bueno lo he hecho hasta por 4 días consecutivos, pero uno debe estar preparado mentalmente. Y hasta motivado.

Aquí motivado si estaba pero a los tres nos llegó el cansancio del viaje y nos quedamos dormidos. Yo quería hacer millón preguntas ya en detalle a dónde íbamos, lugares y personas etc. etc. No hubo como esos momentos porque el cansancio nos venció. Despertaba por momentos pero de nuevo mis ojos se cerraban, regresaba mi mirada sobre ellas y no daban ni señales de vida y me volvía a dormir. Así paso hasta cuando faltaban dos horas de viaje que ya me desperté en serio. Y  aflora la típica pregunta. ¿A qué hora llegamos? Ya el cuerpo está cansado de estar sentado, ya quería sentirme libre de transitar de caminar y aún faltaba dos horas de viaje.

Continuará…

   

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