Conociendo a la China

"La vida es lo que hacemos de ella. Los viajes son los viajeros. Lo que vemos no es lo que vemos, sino lo que somos". Y como dice esta bella frase “el viaje es el viajero”, pues ya era hora de dedicarnos a conocer este bello lugar en nuestro viaje. Y una de las mejores formas de conocerla es caminando por sus calles lo más que aguante tus piernas.

Por lo general me atrae lo antiguo, más que lo moderno. Sera porque lo moderno carece en mi parecer de belleza manual, ya que hoy en día las maquinas hacen más labor que el mismo hombre. Pero lo antiguo, lo artesanal es un trabajo manufacturado por artistas que nadie en su época les dio ese título, pero que la historia los ubicó donde se merecen. Y no solo hablo de arquitectura, también estamos hablando de su cocina u objetos que eran hecho a pura mano.

Así todas las construcciones y palacetes coloniales son obras de arte, cada una más bella que otra. Y mientras tus ojos se maravillan de semejante vista. No está demás oír su historia de alguien nativo de esta linda ciudad. Esta forma de conocer es la idónea porque sus relatos contienen la emoción y sentimiento de un narrador valedero. 

Al caminar y al mismo tiempo oír sus comentarios y tradiciones, tu te desplazas en el tiempo y te ubicas en aquellas épocas inmortales de la ciudad. Y cada lugar denota la influencia foránea de muchas partes del mundo. Recreando un microcosmos urbanístico del planeta. Y mientras devoras calles y plazuelas por esta bella ciudad llegan los olores inconfundibles de una las mejores gastronomías del mundo.

Me pregunto cómo nacieron tantos platillos con tantos ingredientes. Es una de las incógnitas que algún rato quisiera conocer. Se imaginan esa voluntad de las mujeres por superarse y ese delicado sentido del gusto que tenían por los condimentos y mezcla de cientos de sabores. No olvidemos que, en esa época machista, las mujeres y sus ayudantes eran las únicas dueñas de su cocina. 

La familia de esas épocas la componía el hombre que era casi el único sostén de la casa, pero quién llevaba la educación de los hijos y los quehaceres domésticos incluida la elaboración de la comida era desde hace mucho tiempo la mujer. Es por este motivo que su sabores debe nacer en su totalidad por las mujeres.

Una de las gratas historias que me cautivo fue la historia de la China Poblana, que no es ni china ni es poblana, pero no les voy a contar acá. Lean un poco y si pueden más tarde la visitan. De eso se trata el turismo de vivir en carne propia todo los que les cuento, y que no sea solo algo que les relataron, sino que la vivan.

Y caminar conlleva probar las delicias culinarias de sitios nuevos como viejos y creo que mejor si son típicos y tradicionales. Algo me dice que de regreso de este viaje llevare algunos kilos más de los que traje. Y las suelas de zapatos más gastadas, pero todo esto se traduce en lenguaje de viajeros en esta frase “El descubrimiento de un nuevo plato es de más provecho para la humanidad, que el descubrimiento de una estrella”. 

Viajar, conocer, probar es algo tan personal que te llena de tantas formas, que renueva tu energía, añade más años a tu vida. Por hoy nos despedimos y más adelante conoceremos mas, no solo de esta bella ciudad y sus tradiciones, Sino también de aquellos Pueblos realmente Mágicos, y por supuesto de lo mágico que también son sus habitantes y mi mágica familia adoptiva. 

Continuará…